lunes, abril 04, 2011

Paz criticó el discurso de Ferraresi


El edil del GEN objetó la alocución del Intendente en el inicio de las sesiones ordinarias del Concejo Deliberante, al cuestionar la falta de políticas municipales propias y que las obras en el distrito vengan de Nación y Provincia. Además, celebró el aumento a los trabajadores municipales pero manifestó sus dudas sobre el llamado al diálogo a la oposición.

El concejal del GEN de Avellaneda Damián Paz criticó el discurso del intendente Jorge Ferraresi en el inicio de sesiones ordinarias del Concejo Deliberante de la comuna el viernes último.“En realidad es una expresión de buenos deseos. Hay cosas que el Intendente habla que se las atribuye a la gestión, como la suba de la recaudación de la tasa de Seguridad e Higiene. Ahí lo que influye es la inflación y no que él haya hecho algo para que esto se modifique”, declaró en diálogo con Info Región. Luego, calificó al jefe comunal de ser “un delegado de los gobiernos nacional y provincial porque no exhibe alguna política propia en el municipio”, a raíz de que su discursó giró en torno a las obras financiadas por otras jurisdicciones que se llevaron a cabo en la comuna.“Inclusive (Ferraresi) lo reconoce en su discurso, todo lo que hace es en función de la plata que le bajan. Él habla de que consiguió a través del gobierno provincial patrulleros y camionetas para la policía. No está mal, pero eso no hace a una política de seguridad que le pueda aportar al vecino de Avellaneda. Nosotros no sabemos de una política seria para el municipio”, manifestó.Por otro lado, el edil valoró el aumento que se otorgará a los empleados de la comuna, aunque manifestó sus dudas sobre puntos específicos.“Nos pareció bien, pero la verdad es que los municipales merecen algo más. No sé de qué manera van a llegar al piso del que habló de 1600 pesos al ingresante, porque a mi las cuentas no me dan. Salvo que incorpore a alguna de las bonificaciones que tenían los municipales. Como eso no lo aclaró, estamos en la duda. Veremos el mes que viene a ver quien cobra ese monto”, anunció.Sobre el final del discurso, el Intendente llamó al diálogo a las otras fuerzas de la oposición. Sobre esto, Paz valoró el gesto pero descree que sea algo concreto.“Tuvo un gesto interesante para con la oposición. Oficialmente nosotros tuvimos una reunión con el Intendente que llamó a todas las fuerzas políticas y después eso no siguió en el tiempo. No hay mucho interés de dialogar o intercambiar ideas con la oposición, eso es notorio en esta gestión de gobierno”, opinó. Luego añadió: “Nosotros presentaremos una batería de proyectos el lunes y esperamos que tengan recepción en el partido oficialista. Eso también hace al diálogo, reconocer la capacidad del otro de aportar algo bueno”, consideró.En otro orden, el Concejal se refirió a las ausencias de los bloques del Frente para la Victoria – que depende del Sindicato de Trabajadores Municipales de la comuna- y Unión Celeste y Blanco que encabeza José Alessi.“Cada uno tendrá su razón política para no haber ido. Los del sindicato imagino que será por el aumento y la disputa que tiene con el gobierno municipal, que no me queda muy claro hasta donde es por el sueldo y hasta donde por un lugar en las listas. Lo de Alessi no se cual fue la justificación política para no haber ido”, aclaró. Por último, remarcó: “En mi caso, que estoy hace ocho años, nunca dejé de ir a una sesiones porque tiene que ver con lo institucional, y esto hay que preservarlo más allá de las diferencias políticas”.

jueves, marzo 17, 2011

POLITICA LOCAL Diario la Ciudad

14/03/2011

Ciclo de cine para jubilados

Organizado por el concejal Lic. Damián Paz, Pte. del Bloque GEN, Interbloque Acuerdo Cívico y Social se reanuda el miércoles 16 el ciclo de cine para jubilados que este año cumple su décimo aniversario.
La oficina de prensa del Pte. del Bloque GEN, Interbloque Acuerdo Cívico y Social, Lic. Damián Paz, informa que «el miércoles 16 de marzo empezamos nuevamente el ciclo de cine para jubilados que este año cumple su décimo aniversario.»«A lo largo de todos estos años, miles de jubilados han pasado por las salas de los cines Atlas del Alto Avellaneda convirtiéndose a esta altura; en una salida para muchos vecinos de nuestra ciudad que pueden disfrutar de los estrenos miércoles por medio.»«Como siempre el lugar de encuentro será en la puerta principal del Alto Avellaneda Shopping Mall a las 10 de la mañana. La entrada será un alimento no perecedero a voluntad que se distribuye a distintas instituciones y vecinos de nuestra ciudad.»«Estos 10 años ininterrumpidos del mejor cine, organizado por el concejal Damián Paz no podrían haber sido posibles sin el compromiso de los directivos de los cines Atlas en especial del Sr. Julio Terán y Rolando Bevilacqua.» A continuación se detalla el cronograma correspondiente al primer semestre del año: miércoles 16 y 30 de marzo; 13 y 27 de abril; 11 de mayo; 1º, 15 y 29 de junio y 13 de julio.

miércoles, febrero 02, 2011

Paz: “El aval a Ferraresi se lo da Cacho Álvarez, no la gestión”


El concejal del GEN aventuró que los otros candidatos oficialistas llegarán a un acuerdo en sintonía con el mandato del ministro de Desarrollo Social bonaerense, que respaldó al actual intendente. En cuanto a su espacio político, aseguró que buscará armar una lista de consenso en el frente progresista que integra con el radicalismo y el socialismo. “Somos la opción más seria para competirle al oficialismo, casi la única”, afirmó. También descartó la posibilidad de aliarse con la Coalición Cívica, señaló las fracturas en el Peronismo Federal y criticó la cercanía del Pro con el oficialismo.


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El concejal del GEN de Avellaneda Damián Paz manifestó que el respaldo que consiguió el intendente Jorge Ferraresi para su reelección sólo proviene de la bendición política de su antecesor, Baldomero "Cacho" Álvarez, y no de la gestión que desarrolla al frente del muncipio. Así, el dirigente respondió a las declaraciones del ministro de Desarrollo Social bonaerense y referente del PJ del distrito, que expresó públicamente su apoyo al jefe comunal para que renueve su cargo.

“El aval a la reelección de Ferraresi se lo da Álvarez de Olivera, no la gestión”, declaró, lacónico, en diálogo con Info Región.

De todos modos, el edil negó estar sorprendido ya que “lo había hecho evidente (el respaldo) en oportunidades anteriores”. Además recordó que Ferraresi fue el hombre al que Álvarez de Olivera designó como su eventual sucesor al impulsarlo como primer candidato a concejal, sucesión que se hizo efectiva tras la partida del ex jefe comunal a la cartera de Desarrollo Social de la provincia.

La semana pasada Álvarez de Olivera manifestó en declaraciones a este diario su favoritismo por Ferraresi. Más allá de esto, el jefe comunal tendría que ir a los comicios internos si los otros precandidatos lanzados no desisten de sus candidaturas.

A raíz de esto, Paz consideró que las declaraciones del referente instarán a los otros candidatos a que busquen el consenso y se alineen detrás de Ferraresi.

“El peronismo es una estructura vertical y al ser Álvarez de Olivera el principal referente, se encolumnarán detrás de su decisión”, aseguró.

Por otra parte, en cuanto a la intervención de su espacio en el escenario electoral en Avellaneda, el Concejal manifestó que se buscará el consenso en el armado de la lista del frente progresista que integrará el GEN junto con el radicalismo y el socialismo.

“Preferiríamos ir por consenso y tener la lista resuelta lo más rápido posible, pero eso lo tendremos que hablar con todas las fuerzas y ver cual será el método de resolución de las candidaturas”, aseguró.

“El radicalismo tiene un candidato visible que es Juan Carlos Guerra y no sabemos si va a haber otro más, y el resto de las fuerzas supongo que tendrán sus postulantes. Nosotros estamos charlando cual será nuestra decisión final en cuanto al consenso y armado de listas”, adelantó.

Sin embargo, Paz deslizó la posibilidad de que se pueda llegar a definir el candidato en una interna abierta.

“Llegado el caso puede ser una opción entre muchas. Espero que no tengamos que llegar a eso”, estimó.

Además, el Concejal aventuró que su frente electoral “es la opción más seria para competirle al oficialismo, casi la única”.

En otro orden, el edil descartó la posibilidad de que la Coalición Cívica vuelva a ser un socio electoral como cuando se constituyó el Acuerdo Cívico y Social, a pesar del trabajo parlamentario en conjunto y las buenas relaciones entre sus miembros.

“Es imposible que tomen cierta independencia de la dirigencia a nivel nacional”, sentenció.

En otro orden, consultado sobre los rivales dentro de la oposición, Paz señaló lo que interpretó como una "fractura del Peronismo Federal" entre el sector encabezado por José Alessi, lineado con Felipe Solá y el de Martín Saracco, que trabaja en conjunto con el Pro.

“Está muy divido. Se hace muy difícil que se junten. Hasta tendrían un problema de egos”, vaticinó.

Por último, sobre el Pro, el edil aseguró que “le va a costar mucho diferenciarse del oficialismo. Me da la impresión que los vecinos entre un original y una mala copia se van a quedar con el primero”, concluyó.

jueves, noviembre 25, 2010

Presupuesto 2011: Desde el Gen critican los gastos del oficialismo


El concejal Damián Paz adelantó que su espacio se opondrá al aumento de tasas y al Presupuesto 2011 a tratarse en la próxima sesión. “Estamos en contra de cómo gasta el oficialismo”, aseguró. Además, le respondió a Daniel García, quien había acusado al GEN de “poner palos en la rueda”. “Ellos no pueden llamarse oposición”, retrucó.

A pocos días de ingresar el Presupuesto 2011 al Concejo Deliberante, el edil Damián Paz adelantó que “lo más probable” es que el GEN se niegue a respaldar el presupuesto que presentará el oficialismo en la sesión del viernes próximo. Las críticas más fuertes se las llevan la publicidad oficial y las partidas destinadas a salud.

Bajo el argumento de que no están de acuerdo con la “manera” cómo se gastan los recursos del Municipio, el espacio que en el nivel nacional lidera la diputada Margarita Stolbizer manifestará sus objeciones al Presupuesto 2011. “Hay cosas que no nos quedan claras”, señalo Paz a Diario del Sur.

“En principio nos oponemos al Presupuesto tal como está. Estamos en contra de la manera cómo gasta en publicidad el oficialismo, por dar un ejemplo”, recalcó, para luego agregar: “Una cosa es la limpieza de las paredes, otra muy distinta poner el nombre del intendente en todas las paredes. Una cosa es la publicidad, otra la propaganda. Acá hay más propaganda que publicidad”.

“Sólo si Avellaneda estuviera en riesgo de quedar sin presupuesto yo lo apoyaría. Como no es así, me manifiesto en contra”, aseveró el concejal opositor.

Por otro lado, Paz salió a responderle al titular del bloque de Unión Pro, Daniel García. Calificó al macrismo como una oposición “sui generis”, dijo que el oficialismo “inventa cosas para justificarlos” y “subestima a la gente”. Se sumó a las voces que critican el acuerdo entre Pro y el PJ por el aumento de tasas.

“Esa presunta reunión tuvo un solo fin: justificar el respaldo del Pro. Hicieron creer que iban a aumentar un 30 por ciento y bajaron a un 20 por ciento. La forma ridícula como lo plantean lo hace más burdo todavía”, sostuvo en alusión al acuerdo al que arribaron el oficialismo y el Pro antes de la sesión preparatoria de la Fiscal Impositiva.

“Hubo una gran bufonada, pero es la única forma que tienen los aliados no oficialistas para justificar el apoyo que dan siempre. El oficialismo inventa algo para que el Pro pueda justificar sus votaciones, es ridículo como subestiman a la gente”, disparó.

Días atrás, Daniel García criticó con dureza las posturas tomadas por la oposición en el Concejo Deliberante. Ante este medio, había afirmado que el GEN —junto a otros espacios opositores— “sólo pone palos en la rueda al oficialismo”.

A su turno, y en respuesta a la dura embestida de García, Paz redobló la apuesta, acusó al macrismo de decir “sí a todo”, al tiempo que lanzó: “No pueden llamarse oposición”.

“Ellos son una oposición sui generis que nunca se opuso a nada, a todo dicen que sí. En los temas locales siempre están de acuerdo. La oposición que vota todo lo que dice el oficialismo no puede llamarse oposición. Ellos no pueden llamarse oposición”, concluyó el edil.

jueves, noviembre 11, 2010



Según Paz, el PJ “se quiere sacar de encima” el problema de la inseguridad

El concejal del Gen advirtió que la flamante comisión mixta de seguridad puede ser una “pantalla” para “no solucionar nada”. Criticó al oficialismo de Avellaneda por “usar” a los municipales de “excusa” para aumentar las tasas y anunció la negativa del espacio opositor. Además, confió en la continuidad del Acuerdo Cívico y dijo que la Coalición “finalmente va a sumarse”. “Que se apuren así empezamos a trabajar”, lanzó.

Por Mariana Aquino
maquino@diariodelsurdelgba.com
El concejal del Gen Damián Paz cargó con dureza contra el kirchnerismo local frente a la posibilidad de que la gestión de Jorge Ferraresi esté evaluando un aumento de tasas municipales del 20 por ciento para el año próximo. En tanto, consideró que la comisión mixta de seguridad municipal que preside su par Benicio Gutiérrez puede ser una “pantalla para no solucionar nada”.
En diálogo con Diario del Sur, el edil opositor se mostró escéptico ante la conformación de la comisión de seguridad impulsada por el oficialismo, al sugerir que el PJ intentó “sacarse de encima” la problemática para “no hacer nada”.
“Apostamos a que funcione, pero le teníamos más fe al consejo que propusimos nosotros, donde la voz de la sociedad civil iba a estar representada. Esperemos que no hayan hecho esto para sacase de encima el tema de la inseguridad que estaba caliente en ese momento”, señaló Paz.
“El oficialismo plantea tener contacto con las ONGs, pero no es lo mismo que integrarlas como pretendíamos nosotros. Lo progresista tenía que ver con involucrar a toda la sociedad en la discusión”, retrucó sobre el revés del Concejo Deliberante al proyecto del Gen, que proponía la creación de un consejo de seguridad municipal.
Y completó: “Sigue quedando la impresión de que aprobaron la comisión para terminar no haciendo nada. Cuando nos demos cuenta de que no es más que una pantalla, nos retiraremos de la comisión”, advirtió.
Por otro lado, Paz acusó al oficialismo de intentar “usar” a los empleados municipales como “excusa” para aumentar los impuestos. Sostuvo que “lo vienen haciendo desde hace años”, al tiempo que adelantó el voto negativo del Gen a la eventual iniciativa.
“En Avellaneda hay un mal manejo de fondos. La excusa no puede ser siempre aumentar las tasas para aumentar el sueldo a los empleados municipales. Usan a los trabajadores como excusa para decirles a los vecinos ‘aumentamos las tasas porque tenemos que aumentar los sueldos’. Es una falacia en la que cayó este Gobierno municipal los últimos cuatro años, cada vez que quiere aumentar las tasas ponen la misma excusa”, evaluó.
Paz quiere a la Coalición en el Acuerdo
Asimismo, el referente de Margarita Stolbizer en Avellaneda confió en la consolidación del Acuerdo Cívico como una alianza entre el GEN, el socialismo y el radicalismo. No obstante, consideró que la Coalición Cívica-Ari “puede sumarse”, pero pidió celeridad para “empezar a trabajar” de cara a las próximas elecciones.
“En Avellaneda la relación es buena, pero todo depende de las decisiones de (líder de la Coalición, Elisa) Carrió. Yo quiero pensar que finalmente van a sumarse, espero que lo hagan pronto así nos ponemos a trabajar”, dijo sobre sus ex socios locales (Isabel Rodríguez y Jorge Pineda de la Coalición).
Por último, Paz le dedicó un párrafo a la situación del radicalismo dentro del Acuerdo y con miras a 2011: “Seguimos pensando en los mismos términos frentistas por los que venimos trabajando hace mucho tiempo; siempre y cuando el radicalismo no nos trate de involucrar en su interna”.
“El radicalismo tiene que definir candidatos arriba y eso nos va a facilitar la definición de candidatos en los distritos. No podemos estar pendientes de las candidaturas de un partido que integra el Acuerdo. No podemos llegar hasta agosto, porque no habría tiempo para hacer campaña”, concluyó el edil del GEN

martes, septiembre 14, 2010




Lunes, 13 de Septiembre de 2010 22:42 Redacción

El concejal del Gen criticó con dureza al oficialismo por la presentación de proyectos de carácter nacional en el HCD y afirmó que el bloque “sobreactúa” su adhesión al kirchnerismo. Por otro lado, consideró que para ganar la Intendencia en 2011, el Acuerdo debe conformar un “único” frente electoral. Aseguró que el diputado nacional Gerardo Milman “se está posicionando”, le bajó el tono a la candidatura de Isabel Rodríguez y cuestionó la eventual alianza que vislumbra su par del C.C. con José Alessi.


Por Mariana Aquino
maquino@diariodelsurdelgba.com


En la última sesión ordinaria, el bloque PJ-FpV logró un ajustado triunfo en la presentación de un proyecto que avala el accionar del Gobierno nacional en el envío del informe ‘Papel Prensa: La verdad’ al Congreso y a la Justicia simultáneamente.
En sintonía con todo el arco opositor, el concejal del Gen Damián Paz lanzó duras críticas a la “necesidad” del bloque oficialista de fijar posturas en temas nacionales desde el Concejo Deliberante.
En diálogo con Diario del Sur, Paz redobló la apuesta y relacionó la actitud del PJ a una presunta “sobreactuación” para “sacarse de encima la mochila” duhaldista.
“El oficialismo necesita claramente sacarse la mochila de haber apoyado a Chiche (Duhalde) hace algunos años y demostrar su obsecuencia con el proyecto de Néstor y Cristina Kirchner. Para sacarse la mochila de los Duhalde, es obsecuente con los Kirchner”, disparó Paz.
“Cargan con esa mochila y tienen una necesidad de sobreactuar su dependencia para con los Kirchner que hace que permanentemente estén tratando proyectos de resolución respaldando la política nacional”, indicó el concejal opositor.
“El extraño caso” de Avellaneda
Si bien Paz negó que las desavenencias dentro del Acuerdo Cívico en el plano nacional comiencen a tener su resonancia en Avellaneda, el lanzamiento de la concejal Isabel Rodríguez como candidata de la Coalición Cívica, el coqueteo con el edil José Alessi y las criticas al diputado nacional Gerardo Milman (eventual candidato del Gen), llevan a repensar el escenario de cara a 2011.
Ante ese panorama, Paz definió la relación entre los ex socios del Acuerdo local como “un extraño caso”, en alusión a la “buena relación” legislativa que aún mantienen.
“La relación del espacio en Avellaneda es la mejor de toda la provincia de Buenos Aires y las bases quieren que vayamos juntos. Estamos tratando, con cierta madurez, de trazar un camino para todos, pero vamos a terminar arrastrados por lo que se decida en el nivel nacional”, reconoció.
Asimismo, abonó la teoría a la que varios referentes del Gen de la Tercera suscriben: la única forma de acceder a la Intendencia es conformando un frente electoral que contenga a todas las expresiones de lo que fue el Acuerdo Cívico en 2009.
Según sostienen, la dispersión del voto del Acuerdo, en un potencial escenario electoral con colectoras en el oficialismo, podría llevarlos a perder la “oportunidad” de ganar el distrito.
“La Coalición Cívica puede ir con sus propios candidatos, pero eso va a disminuir las posibilidades de este espacio de acceder a la Intendencia”, advirtió, sobre la candidatura de su par Isabel Rodríguez.
“Está muy bien que dentro del Acuerdo cada sector tenga su candidato. Aunque sigo pensando que no es momento de discutir candidaturas. Lo que hay que empezar es a discutir poder y ver de qué manera vamos a gobernar”, completó el edil.
De todos modos, Paz anunció que el partido que lidera Margarita Stolbizer tendrá su propio candidato en Avellaneda y sumó en la contienda a Milman, quien en más de una oportunidad reconoció sus aspiraciones.
“Milman tiene una impronta mediática que lo impulsa como candidato. Todavía es muy prematuro, pero se está instalando”, sostuvo, a la vez que confesó: “La verdad es que hoy no hay un candidato rutilante del Acuerdo que nos garantice ganar”.


Con Alessi, no hay Acuerdo


Al ser consultado sobre la posibilidad de que la Coalición Cívica confluya en un frente con el sector del felipista José Alessi, Paz desestimó la alianza y le recordó a los aristas: “Siempre criticamos a (Felipe) Solá por cómo manejo la provincia, o es que ahora cambió y yo no me enteré”.
“Junto con el Ari, siempre tuvimos una posición crítica con respecto a Solá. A menos que el ex gobernador haya cambiado mucho y yo no me haya enterado, es difícil un acercamiento con ese sector.”
“Con Alessi tengo la mejor de las relaciones, pero de ahí a estar de acuerdo con Solá, a quien siempre criticamos, lo veo difícil. Hay cosas de las que no se vuelve”, concluyó.

viernes, mayo 21, 2010

DECLARACIÓN DEL BICENTENARIO


Con motivo de la celebración de los 200 años de la Revolución de Mayo, acompañamos todos los actos de conmemoración que se realizan en la extensión de nuestro territorio nacional, y hacemos un llamado a la unidad y cooperación política para contribuir a la afirmación ética y democrática que necesita la Argentina para avanzar en la justicia social y la libertad.

Proponemos rescatar la gesta emancipadora y revolucionaria de 1810.
Corresponde que todos trabajemos bajo los valores que la inspiraron, en la construcción de una Nación libre y soberana, donde todas las personas puedan alcanzar el objetivo del progreso social y colectivo. Y para eso, el ejercicio de los derechos fundamentales y de las libertades públicas, constituye una condición insoslayable como responsabilidad y garantía del Estado.

Proponemos aprovechar las oportunidades del contexto mundial, para promover el desarrollo económico, social y cultural de la Argentina.
La crisis del Imperialismo Colonial de aquella vez, la crisis financiera internacional de hoy, y el surgimiento de nuevos centros de poder en diversas regiones del mundo nos ofrecen oportunidades a los países de América Latina, en primer lugar, para profundizar nuestra unión y fundar un nuevo Orden Mundial, profundizando el multilateralismo y oponiendo a la globalización financiera con alta concentración en pocas manos, la globalización de la política y la ética, y en segundo lugar, un proyecto político, económico y cultural que establezca las bases de un desarrollo en la Región, que cambie las profundas desigualdades en las que convivimos nuestros compatriotas y hermanos de la región.

Proponemos imbuir, como a los revolucionarios de Mayo, de los principios de 1789: Libertad, Igualdad y Fraternidad.
Bajo la dimensión ética, hacia una nueva cultura política que tenga a la igualdad por su horizonte, porque solamente son libres los ciudadanos y ciudadanas iguales. Es necesario trabajar bajo esos principios para asegurar a las generaciones que vendrán las mejores oportunidades dentro de un proceso de desarrollo humano, social, económico y cultural, que promueva el industrialismo incluyente y sustentable, una nueva ruralidad y el acceso y uso de las nuevas tecnologías para asegurar el crecimiento equitativo de las regiones a través de un federalismo justo, transparente y cooperativo.

Proponemos recuperar el sentido de la política como acción con otros, como ejercicio permanente del conflicto, el diálogo y el consenso.
Recuperar la política y darle el sentido de lo justo a la acción de los Partidos Políticos, de los grupos de interés, las entidades de bien público y las empresas, los aparatos del Estado y los ciudadanos en general.

Proponemos a todos los ciudadanos y ciudadanas volver a hacer lo que los hombres de Mayo aprendieron a hacer.
Forjar en nuestro País una casa común en la que todos tengamos derecho a perseguir nuestros sueños y posibilidades efectivas de lograrlos. Somos responsables de la sociedad y del tiempo en que nos toca actuar. Y nos comprometemos desde las ideas y principios de nuestros respectivos partidos, pero con la mirada puesta en esa casa común que es la Argentina, a través de la acción cooperativa y constructiva, a mirar para atrás sólo para honrar la historia, creando las mejores condiciones en el presente para avanzar hacia un futuro mejor.

Margarita Stolbizer Rubén Giustiniani Ernesto Sanz
Presidenta Partido GEN Presidente Partido Socialista Presidente UCR

miércoles, abril 14, 2010


Según Paz, en Unión Pro “hay más oficialistas que en el PJ”



El concejal del GEN descartó un acuerdo parlamentario con Unión Pro tras la pérdida de la mayoría por parte del FpV-PJ, acusó al macrismo de “ser oficialista” y “defender” el proyecto político de Jorge Ferraresi. Por su parte, el edil Edgardo Silva, destacó la madurez de su sector en el HCD y ratificó la voluntad de diálogo con el kirchnerismo. “Somos un ejemplo que muchos deberían copiar” afirmó.

Tras el discurso del intendente Jorge Ferraresi en la apertura de sesiones la semana pasada, se reeditó la disputa en el arco opositor sobre los diferentes estilos que impulsa cada sector para enfrentar al oficialismo.

Según el concejal del Acuerdo Cívico y Social Damián Paz, en la vereda opositora no se puede contar a Unión Pro, puesto que el bloque encabezado por Daniel García “hace una defensa permanente” del gobierno de Ferraresi.

Paz focalizó su análisis en la “presunta” perdida de la mayoría absoluta por parte del oficialismo en el HCD, que después del recambio legislativo quedó como la primera minoría con un bloque de diez concejales, con el FpV como aliado sumando dos bancas.

“Es bastante discutible que el PJ haya perdido algo en el HCD. Los concejales de Unión Pro parecen más oficialistas que los del PJ, creo que ven a Ferraresi alto, rubio y de ojos celestes” disparó.

En pocas palabras, ironía mediante, Paz reflotó una vieja acusación que alientan desde el Acuerdo sobre la presunta connivencia entre el oficialismo y Unión Pro.
“Si yo fuera Ferraresi les diría a los concejales oficialistas: ‘pónganse las pilas y defiendan la gestión como lo hace la gente del Pro”.
Y agregó: “Lo que hacen no está mal, pero mintieron en la campaña cuando se presentaron como oposición, no lo son”.

De todos modos, el edil valoró la apertura al diálogo que se impulsa desde el Concejo Deliberante “a diferencia de otros distritos vecinos”, según dijo. A la vez que prometió buscar, desde el interbloque que preside, el consenso permanente para que “Avellaneda mejore”.

“Acá no tenemos un gallinero como sí pasa en otros distritos, se puede dialogar sobre las diferencias y el respeto se mantiene. En la medida que se pueda participar, vamos a buscar políticas en conjunto y acompañar” aseguró Paz.

Por su parte, el concejal de Unión Pro Edgardo Silva destacó la madurez del bloque que integra a la hora de hacer una oposición “constructiva”, remarcó la buena relación del espacio con el oficialismo, y pronosticó un HCD con más apertura.

“Más allá de las diferencias políticas, tuvimos la madurez para no quedarnos estancados en las negociaciones por las comisiones, somos un ejemplo para el Congreso nacional” se entusiasmó Silva en una entrevista con Diario del Sur.
“Nuestro bloque siempre tuvo diálogo con el PJ, hacemos una oposición constructiva, no destructiva” insistió.

“Ahora tiene que haber un diálogo más fluido y mayor participación porque todas las ordenanzas deben ser analizadas por los bloque, el oficialismo sabe que los números no lo benefician” advirtió respecto a la nueva conformación del Cuerpo.






“Uno de los jugadores más importantes del Acuerdo Cívico es el GEN”



Así lo aseguró el concejal de Avellaneda por el espacio referenciado en la figura de Margarita Stolbizer, Damian Paz, quien advirtió que el GEN jugará dentro del Acuerdo Cívico en las próximas elecciones, aunque con candidatos propios. A su vez, minimizó el distanciamiento de su sector con Elisa Carrió y vaticinó que el oficialismo “va camino a una derrota” al asegurar que “la sociedad pide un recambio serio”.

El concejal de Avellaneda por el GEN Damián Paz le bajó el tono al distanciamiento entre su jefa política, Margarita Stolbizer, y la diputada y líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, y dio por sentado que su espacio “va a jugar” dentro del Acuerdo Cívico y Social en las próximas elecciones.

“Formamos parte del Acuerdo Cívico y Social, pero nuestra postura es ampliarlo. En principio, hay que tratar de darle lugar a sectores que hoy no integran el armado y, después, cada uno decidirá qué hacer. Pero sin ninguna duda, vamos estar jugando ahí”, ratificó el edil en diálogo con Info Región y resaltó que Generación para el Encuentro Nacional (GEN) “es, sin duda, uno de los jugadores más importantes del Acuerdo”.

Lo cierto es que, a partir de diferentes posturas tomadas en relación a algunas iniciativas provenientes del oficialismo, Stolbizer y Carrió comenzaron a mostrarse por separado. La primera más cerca de Ricardo Alfonsín y la UCR, y la segunda coqueteando con el peronismo disidente.

A pesar de eso, Paz advirtió que “el proyecto va más allá de los deseos personales”. “No hubo una pelea entre ellas, sino un distanciamiento a partir de visiones diferentes. Las dos son un gran aporte al Acuerdo, Carrió a nivel nacional y Margarita a nivel provincial, donde es el referente máximo”, postuló.

Y si bien ratificó que no se ve ni a él ni a su espacio fuera del Acuerdo, aseguró que llevarán sus propios candidatos. “Llevaremos nuestros nombres, nos someteremos a las decisiones internas y, sin ninguna duda, vamos a jugar ahí”, destacó y advirtió que en Avellaneda las relaciones están aceitadas.

“Venimos trabajando muy bien desde que éramos Coalición Cívica. Hemos trabajado consustanciadamente y la realidad es inmejorable, hay una relación de respeto y afecto. Insisto en que hay que poner por encima al proyecto”, apuntó a este medio.

En otro orden, vaticinó que el oficialismo “va camino a una derrota” al asegurar que “la sociedad pide un recambio serio”. “En el país, en los votos, no hay segunda vuelta. Por más que el candidato del oficialismo gane, en el balotaje habría una gran cantidad de votos en contra”, indicó.

En tanto, aseguró que para su fuerza “es indiferente” que el diputado nacional Francisco De Narváez participe de la interna del PJ. “Tenemos que seguir trabajando en nuestro proyecto, más allá de lo que hace el peronismo disidente. En realidad, eso muestra que son más de lo mismo, más allá de que se llamen denarvaísmo, peronismo disidente o como sea”, disparó.

domingo, marzo 21, 2010

28 de enero de 2010

REVISANDO LA DEMOCRACIA DELEGATIVA

Guillermo O’DonnellEnero 2010

Nota: El presente texto es primera versión de un capítulo en un futuro libro colectivo que discutirá diversos aspectos de lo que he denominado “democracia delegativa.” Hay por lo tanto varios aspectos relevantes al tema que serán tratados por los futuros coautores. A pesar, por lo tanto, del carácter preliminar e incompleto de este texto, debido a que aborda temas que creo no son sólo de interés académico (con las demoras típicas de este tipo de publicación) sino también de fuerte actualidad, me he acogido a la hospitalidad de la página web de nuestro Club para que llegue sin demora a la consideración (y, espero, discusión) de Uds. Agradezco los valiosos comentarios de G. Rozenwurcel a la presente versión.
I.INTRODUCCIÓN

Publiqué mis reflexiones sobre la “democracia delegativa” (en adelante DD) por primera vez en portugués, en 1991.[1] Tenía entonces en consideración los gobiernos de Menem (Argentina), Collor (Brasil) y la primera presidencia de Alan García (Perú). Tracé algunas características que aún me parecen válidas de lo que llamé en esos textos “un nuevo animal” que estaba surgiendo en nuestra región; pero otras características del tipo propuesto y de su posible dinámica estaban en esa época vinculadas a las políticas (llamadas) neoliberales que se impusieron en esa época, que determinaron que esos gobiernos (así como algunos que lo sucedieron poco después, especialmente Fujimori) aplicaran políticas que afectaron duramente su popularidad. Actualmente, ya en el siglo XXI, han emergido los que a mi entender son nuevos casos de DD —los gobiernos Kirchner en la Argentina, Correa en Ecuador, Ortega en Nicaragua, García en su nuevo mandato en Perú, Chávez en Venezuela (aunque ver abajo acerca de deslizamientos hacia el autoritarismo) y Uribe en Colombia. En contraste con los casos de décadas precedentes, los gobiernos recién listados han gozado de dos ventajas: una, la gran expansión de la economía internacional que favoreció notoriamente las exportaciones latinoamericanas; otra, el debilitamiento de las ideas neoliberales y de las instituciones que las propiciaban (y a veces imponían).
Ambos factores hicieron posible que en los casos recientes se adoptaran, en contraste con los anteriores, políticas económicas y sociales fuertemente expansivas –del aparato del estado incluido--, que dieron un fuerte respaldo inicial a los respectivos gobiernos, aunque cabe agregar que esa bonanza ocurrió con independencia de que se tratare o no de un caso de DD. Pero, como sabemos, la crisis económico-financiera desatada a partir de la segunda mitad de 2007 disminuyó el “viento de cola” de la economía internacional y presenta actualmente (comienzos de 2010) varios interrogantes acerca de su continuidad respecto de los productos exportables de estos países y sus futuros precios. A la consiguiente crisis de estas DD, o al menos una difundida puesta en duda acerca de los expansionistas “modelos de desarrollo” precedentes, se han sumado importantes factores más propiamente políticos y domésticos que hacen a características propias de las DD y sus modalidades de funcionamiento, a las que me refiero abajo. Esta conjunción de factores ha llevado actualmente a situaciones que han alimentado vigorosamente tendencias autoritarias ya existentes en el comienzo de algunos de estos casos (Venezuela y Colombia) o a una creciente sensación de crisis e incertidumbre, acompañada de preocupantes transgresiones legales e institucionales (Argentina y Ecuador).
En parte por la espectacularidad que han tenido en el pasado no pocas decisiones de estos gobiernos, y en parte por la sensación de crisis que los afecta actualmente, se despertó recientemente un renovado interés, no sólo en círculos académicos, por el concepto de la DD. Fue así como Osvaldo IazzettaI, con la valiosa cooperación de sus colegas de la Universidad Nacional de Rosario organizaron en esta ciudad, en Octubre 2009, una jornada de discusión sobre el tema. Esa jornada mostró la complejidad del mismo y el acuerdo de los participantes continuar en su indagación desde sus áreas de conocimiento teórico y empírico. Este es el origen del futuro volumen, del que el presente texto es un anticipo para el CPA.

II.UNA CARACTERIZACIÓN DE LA DEMOCRACIA DELEGATIVA.

Comienzo con una caracterización de la DD; aquí enuncio aspectos básicamente estáticos, dejando para la sección IV los dinámicos.
A. La DD expresa y ejecuta una manera de concebir y ejercer el poder político, sustentada por algunos presidentes y colaboradores; suele ser compartida, al menos temporariamente, por importantes franjas de la opinión pública.
B. Es democrática por dos razones principales. Una es su legitimidad de origen, es decir su surgimiento de elecciones razonablemente limpias y competitivas. La otra es que durante ella se mantienen vigentes ciertas libertades política básicas, tales como las de expresión, reunión, prensa, asociación y movimiento (pero ver abajo algunas salvedades).
C. No es por lo tanto ajena a la tradición democrática, pero es menos liberal y republicana que la democracia representativa. Esto implica no reconocer los límites constitucionales/legales de los poderes del estado que, aunque de diferentes maneras, esas dos corrientes postulan. La tendencia resultante de la DD a la transgresión o extra-limitación de las fronteras institucionales legalmente establecidas, y se agudiza en situaciones de crisis de las que me ocupo abajo.
D. Es por ello mismo fuertemente mayoritaria. Consiste en generar, por medio de las elecciones arriba referidas, un líder que se erige por (en principio) un período determinado, en el principal intérprete, si no la encarnación, de los principales intereses de la nación.
E. La concepción básica, que se expresa repetidamente por el líder y sus seguidores, es que la elección da al presidente/a el derecho, y la obligación, de tomar las decisiones que mejor le parecen para el país, sujeto sólo al resultado de futuras elecciones presidenciales.
F. En consecuencia, esta auto-concepción y las prácticas de poder resultantes consideran un estorbo indebido la “interferencia” de instituciones que ejercen diversos aspectos de control sobre el poder ejecutivo, incluyendo los otros dos grandes poderes del estado constitucional (legislativo y judicial), así como las diversas instituciones de accountability horizontal[2] que ha ido incorporando la legislación moderna (auditorías generales, fiscalías generales y especializadas, defensores del pueblo y semejantes). Esto lleva a esfuerzos por anular, cooptar y/o controlar esas instituciones; el éxito de estos intentos depende de relaciones de fuerza, variables de caso a caso y dependiendo de períodos. Esta es una de las razones por las que los presidentes DD no son omnipotentes, aunque extreman esfuerzos por serlo
G. Asimismo esta concepción lleva a que la manera típica de adopción de políticas públicas sea abrupta e inconsulta; trata de no pasar por los filtros de otras instituciones, aunque el grado en que lo logra depende también de casos y períodos, además que inevitablemente se encuentra –para la toma de esas decisiones y su implementación— con diversas relaciones fácticas de poder. Pero esos encuentros suelen realizarse, por la razón ya indicada, mediante relaciones nula o escasamente mediadas institucionalmente.
H. Más globalmente, esta auto-concepción expresa la idea de que el presidente es la encarnación, o al menos el más autorizado intérprete, de los grandes intereses de la nación. En consecuencia, el líder se siente –y suele insistir en decirse— colocado por encima de las diversas “partes” de la sociedad.
I. Lo anterior incluye a los partidos políticos, vistos como expresión sólo parcial de esos intereses. De ahí que el/la presidente DD sea movimientista: lo que dirige no es un partido o una facción sino un movimiento que contiene o expresan uno o más partidos y diversas organizaciones sociales y/o para-estatales, pero no reducible a ellos.
J. Puede expresar diversas orientaciones ideológicas. La mayor parte de los casos pertenece, más o menos vagamente, a la izquierda. Pero Uribe muestra que bien puede haber una DD de derecha (y Fujimori antes); en el caso de los Kirchner, ellos flotan en un espacio indefinido por estos parámetros.
Dados los trazos propuestos, un problema que obviamente se plantea es el de los parecidos de familia de la DD con otros tipos de régimen político. Uno es respecto de la democracia representativa, con la cual he señalado características que la diferencia de la DD, aunque ambas pertenecen al género de la democracia. En este sentido, hay distinciones importantes entre la “delegación representativa” implicada por la última (tal como lo planteé en mi texto originario sobre la DD, señalando que por supuesto la representación entraña un componente de delegación para el ejercicio de la respectiva autoridad) y la “delegación plena” implicada por la DD, en la que en principio no quedan los componentes de accountability y de interrelación institucional implicados por la representación democrática. Esto, aunque la democracia representativa y la DD no son opuestos polares (aunque sólo fuere porque pertenecen al género “democracia”) me parece que basta para diferenciarlas.
Este tema plantea el del parecido de familia de la DD con el populismo. Para empezar, aunque algunos populismos han tenido, aunque en muchos casos temporariamente, forma democrática, la gran mayoría ha sido autoritaria, ya directamente por provenir de algún golpe de estado o por basarse en elecciones que no fueron limpias ni competitivas. Además, conviene recordar que en la concepción clásica, y mi modo ver correcta, de la sociología latinoamericana el término se aplicó a situaciones en las que se produjeron procesos de expansión económica y del papel del estado, junto con ingresos a la arena política de sectores y clases sociales antes excluidos, bajo la dirección de un estado que intentó controlar verticalmente esa incorporación. Por ello la situación económica y el papel del estado en el período inmediato anterior a la emergencia de las DD fueron muy diferentes de los arriba comentados, además de que los procesos de incorporación política estaban básicamente cumplidos estos países, aunque el resultado fue una ciudadanía socialmente fragmentada y políticamente alienada.

III.FACTORES PRÓXIMOS QUE PARECEN PRODUCIR, O FACILITAR LA EMERGENCIA DE LA DEMOCRACIA DD.

Las DD suelen surgir de graves crisis, pero no todas estas crisis producen DDs. Pero, ¿qué tipo de crisis? Primero, son crisis a nivel nacional. Segundo, pueden ser de tipo socioeconómico (la mayor parte de los casos) o bien resultado de una prolongada y abarcante situación de guerra interna entre facciones organizadas (Colombia-Uribe) y, a veces, de la combinación de ambos factores (Perú-Fujimori). Tercero, en todos los casos son también profundas crisis políticas, incluso del papel y capacidades del estado; estas crisis ayudan la eclosión de las anteriores y a la vez son realimentadas por ellas.
Esas crisis no resultan sólo de datos objetivos. También dependen, al menos en cuanto a su profundidad y consecuencias, del grado en que son consideradas como tales por buena parte de la opinión pública, hasta el punto de convencerse de que se irá agravando inevitablemente si no se producen cambios drásticos en la conducción de los asuntos nacionales. Finalmente, para que la crisis desemboque en una DD también hace falta que aparezca un (o más) líder que se ofrece como quien puede y sabe cómo resolverla, y en base a ello gana elecciones o revalida la posición de gobierno que ya tiene. Ese líder puede tener éxito electoral porque se presenta, y en su momento es creído por una cantidad suficiente de votantes (mayoría o no) como un verdadero salvador: él va a rescatar la nación de sus padeceres y reconducirla a su verdadero destino. La gestión de estos líderes, y la propia autoconcepción de su papel, quedan atadas a esta promesa de salvación.
Un tema más complicado es el de las razones históricas y estructurales que facilitan o promueven la emergencia de DDs. (Nota: hago rápidas referencias a este complejo tema porque será abordado por otros coautores del futuro libro, más capacitados que yo para hacerlo) Respecto de las primeras, hay una correlación que salta a la vista: todos los países que tienen o han tenido DDs. han tenido importantes momentos y/o movimientos populistas. La excepción es Colombia; tal vez la experiencia particularmente prolongada de una guerra interna que afecta, directa o simbólicamente, la vida cotidiana de casi todos, haya bastado para generar una demanda de salvación semejante a la de los otros casos. Asimismo, no sería imposible que una sensación de generalizada inseguridad personal ayude a alimentar la sensación de crisis y, con ello, colabore con la emergencia de una DD. Por contraste, los países que cuentan, y se enorgullecen de contar con una larga tradición de democracia representativa (Costa Rica, Chile y Uruguay, a pesar de las brutales interrupciones autoritarias en los dos últimos), parecen sólidamente vacunados contra la DD.[3]

IV.ACERCA DE LA DINÁMICA Y TENDENCIAS DE CAMBIO DE LA DEMOCRACIA DELEGATIVA.

Estos líderes a veces fracasan de entrada (Collor en Brasil, la primera presidencia de García en Perú y Velasco Ibarra varias veces en Ecuador), pero otros logran superar la crisis, al menos en sus aspectos más notorios y preocupantes para buena parte de la opinión pública. De allí ellos comienzan una trayectoria que me parece tiene ciertos rasgos típicos, que en la presente sección intento caracterizar.
Estos líderes emprenden una gran causa, la salvación de la patria, y en la medida que superan (o alivian significativamente) la crisis logran amplios apoyos. Son sus momentos de gloria: no sólo pueden y deben decidir como les parece; ahora ese apoyo les demuestra, y debería demostrar a todos, que ellos son quienes realmente saben qué hacer con el país. Respaldados en sus éxitos, los líderes DD avanzan entonces en su propósito de suprimir, doblegar o neutralizar las instituciones que pueden controlarlos.
Algunos de estos presidentes, como Kirchner y Menem en su momento, tuvieron la gran ventaja de lograr mayoría en el congreso. Sus seguidores en este ámbito repiten escrupulosamente el discurso delegativo: ya que el presidente ha sido electo libremente, ellos tienen el deber de acompañar a libro cerrado los proyectos que les envía “el gobierno”. Cometen entonces la mayor abdicación posible de una legislatura: conferir (y renovar repetidamente) carta blanca a las iniciativas del poder ejecutivo y, por si ello fuere poco, también poderes extraordinarios al mismo. Cierto, esa abdicación conviene al oportunismo de no pocos de estos legisladores: pueden invocar su obediencia para eximirse de implicaciones de la legislación que “tienen” que aprobar o delegar, así como en el futuro, si así les conviene, abjurar de la misma invocando su escasa cuota de responsabilidad en la misma -–en la Argentina, el pasaje de cerrado apoyo a políticas de Menem al no menos cerrado apoyo a políticas de las presidencias Kirchner, algunas de ellas diametralmente opuestas, incluso por quienes ocuparon posiciones de liderazgo parlamentario durante ambos períodos, es ejemplo de esto.
Los presidentes DD han nacido de la crisis y en un sentido siguen viviendo de ella. Incluso cuando la sensación de la crisis ha disminuido, intentan constantemente reavivarla, con la severa advertencia de que si se abandona el camino que proponen, ella resurgirá, seguramente agudizada. El lenguaje de la crisis –la pasada y la que se dice vendrá si se abandona el camino emprendido-- es una constante de estos discursos, sobre la que se basa la proclama necesidad de contar con poderes extraordinarios, así como la hostilidad a los “estorbos” que plantean las instituciones de control y de accountability.
La invocación de la crisis y del consiguiente papel salvacionista del líder DD se articula con otros elementos fundamentales del marco de significación de su discurso. Si venimos de tamaña crisis es porque ha habido actores políticos y sectores sociales --que tienen grandes poderes y de alguna manera han participado de gobiernos anteriores-- que son responsables por ella. Este argumento tiende a dividir, dicotomizando, el campo político: hay quienes están “a favor del país” y quienes, por su pasado y las posiciones que mantienen, estaban y, salvo clara prueba en contrario, siguen estando en contra del país, de sus verdaderos intereses. De allí a definir Schmittianamente la política como guerra entre amigos y enemigos hay un paso.
La aducida vocación salvacionista no puede sino decir que convoca el apoyo de lo mejor, más auténtico de la nación. Esto hace del movimiento el vehículo adecuado para el líder, ya que no hay “parte”, sea política o no, que pueda hacer eso. Esto expresa y refuerza la visión dicotómica arriba mencionada y, junto con ello, el papel del líder como encarnación, o al menos el mejor intérprete posible, de los magnos intereses nacionales en juego. Esta dicotomización condenatoria ya está presente en el origen del marco de significación del discurso DD, pero no llega a ser agresivamente manifiesta hasta que estos gobiernos entran en crisis—tema del que me ocupo en la sección siguiente.
Este discurso y sus consecuencias prácticas ponen en juego, además de la horizontal, otro tipo de accountability, la social, útilmente analizada por E. Peruzzotti y C Smulovitz. En realidad, en estos casos no se trata tanto de la accountablity “desde abajo” analizada por estos autores, como de los “controles verticales” que ha destacado Gabriela Ippolito-O’Donnell en un trabajo reciente. El líder busca movilizar apoyos desde la sociedad; ellos, por la tendencia anti institucional de las DD, suelen expresarse de maneras informales, sin perjuicio del esfuerzo de los líderes DD por encuadrarlos –de aquí surgen movimientos de diverso tipo –incluso, peligrosamente, amenazantes brigadas— que, mientras dura cierta bonanza económica, proclaman incondicionales lealtades. Otro aspecto muy importante en el que se pone en juego la accountabiliy social es con los medios de comunicación; mientras dura esa bonanza los líderes DD esperan -–y exigen de diversas maneras— que los medios participen de las consiguientes aclamaciones. Más tarde, cuando estos gobiernos entran en crisis, no pocos de esos medios aparecen como la principal correa de transmisión de diversos descontentos; se los percibe como un grave atentado a la continuidad de la gran tarea de salvación que aquéllos han emprendido. De allí diversos pero insistentes esfuerzos por controlar o hasta eliminar esos medios, incluso a alto costo de opinión doméstica e internacional. Esta, no casualmente, es otra constante de las DD.
La DD también implica una manera de gobernar, no exclusiva pero típica de ella. El líder es un personaje básicamente solitario; esto tal vez corresponda a características psicológicas de estas personas, pero creo que también se puede afirmar es que es derivación directa de su concepción del poder que ejercen. El salvador de la patria que sabe mejor que nadie qué es lo que se debe hacer difícilmente pueda tener aliados; tiene simples colaboradores en su círculo directo y, con otros, coincidencias ocasionales que pueden ayudarlo a conseguir ciertos objetivos. Respecto de los primeros, ellos deben ser obedientes seguidores que no pueden adquirir peso político propio, anatema para el poder supremo del líder. Tampoco tienen en realidad ministros, ya que ello implicaría un grado de autonomía e interrelación entre ellos inaceptable para estos líderes. Chávez, Correa, García y los Kirchner (y en sus tiempos Fujimori) tienen impresionantes records de despedir abruptamente colaboradores directos y ministros, y arrojarlos al infierno de los “traidores”.
Asimismo, el líder suele necesitar el apoyo electoral y/o legislativo de otros partidos políticos. Pero ellos tampoco pueden ser verdaderos aliados; su a veces ostensible oportunismo los hace poco confiables y el propio hecho de que sean otros partidos muestra al líder que tampoco lo son para acompañarlo plenamente en su tarea de salvación nacional. Además, si fueran realmente tales aliados, el líder tendría que negociar con ellos importantes decisiones, lo cual implicaría renunciar a la esencia de su concepción delegativa. Esto no quita que haya negociaciones en el congreso, pero ellas suelen ocurrir, directa o indirectamente, con los gobernadores, con quienes el presidente mal que le pese comparte su poder, sobre todo en países como Argentina, donde ya antes de la DD se había producido una marcada territorialización de la política. En estos casos los presidentes DD tienen que lidiar con nunca confiables señores territoriales. Ellos deben proveer votos en el congreso y en las elecciones, así como un control de sus territorios que, sin importarle demasiado al líder cómo, no genere crisis nacionales. Por supuesto los gobernadores (no pocos de ellos también delegativos, si no abiertamente autoritarios) pasan por esto facturas cuyo monto depende del cambiante poder del presidente; así se pone en recurrente y nunca finalmente resuelta cuestión la distribución de recursos entre el estado nacional y las provincias.
En cuanto al poder judicial (en el caso argentino, a contrapelo de buenas decisiones iniciales en la designación de miembros de la Suprema Corte y reducción de su número), se van apretando controles sobre temas tales como el presupuesto de esa institución y, crucialmente, las designaciones y promociones de jueces. Asimismo, con relación a las instituciones de accountability ya comenté que los líderes apuntan a capturarlas con leales seguidores, al tiempo que cercenan sus atribuciones y presupuestos. Todo esto ocurre con entera lógica: para esta concepción del poder político no es aceptable que existan interferencias a la libre voluntad del líder —claro que con ello se eliminan importantes características de la democracia representativa.
Las consideraciones precedentes nos han llevado del período inicial de bonanza y amplio apoyo con que cuentan inicialmente algunas DD, hacia el de su crisis y sus posibles consecuencias. Trato este tema en la sección siguiente.

V.CRISIS DE LAS DD Y LA PROPENSIÓN (Y RIESGO) DE DESLIZAMIENTOS.

Por momentos el líder delegativo par­ece todopoderoso, pero pronto choca con poderes económico y sociales con los que, ya que ha renunciado en casi todos los planos a tratamientos institucionalizados, se maneja con relaciones informales. Ellas se suman a la colonización de las agencias de accountability para producir una aguda falta de transparencia, recurrente discrecionalidad y abundantes sospechas de corrupción. Los líderes delegativos inicialmente exitosos generan importantes cambios, algunos de ellos de signo e impactos positivos. Pero por eso mismo van apareciendo nuevas demandas y expectativas, junto con el resurgimiento de antiguos problemas y la aparición de nuevos que al menos en parte suelen ser producto de los éxitos iniciales.
Al comienzo de su gestión los líderes DD suelen tener éxito disipando la crisis previa con medidas de emergencia, tal vez necesariamente abruptas e inconsultas en esas circunstancias; aunque, como han señalado autorizados economistas, esas medidas implicaban serias inconsistencia intertemporales que, tosudamente mantenidas, contribuyen grandemente a la futura crisis. Además, una vez que los peores aspectos de la crisis han pasado, aparecen viejos y nuevos problemas, casi siempre de resolución mucho más compleja que los anteriores. Esto requiere políticas estatales no menos complejas, no sólo para decidir esas políticas sino también para su exitosa implementación; para ello es importante contar con instancias de consulta e intermediación con diversas (y cambiantes según el tema en juego) instituciones políticas e intereses. Pero este camino se obstruye, en parte porque el presidente DD se ha encargado de corroer o desconocer esas instituciones, y en parte también por un conocido problema psicológico, ser víctima del propio éxito. El líder no logra distinguir caminos alternativos y se aferra a seguir haciendo lo mismo y de la misma manera que no hace mucho le funcionó razonablemente bien, reforzado por cortesanos que no atinan a detectar y menos proponer aquéllos caminos --estos presidentes mantienen tercamente su estilo de toma de decisiones. Este estilo abrupto e inconsulto frente a complejos problemas es casi garantía de comisión de gruesos errores. Junto con crecientes síntomas de crisis, esto suele producir una generalizada sensación de arbitrariedad e imprevisibilidad que la realimenta.
De esta manera, en su negativa a convocar auténticos aliados e interlocutores, el líder DD se va encerrando en un cada vez más estrecho grupo de colaboradores. A su vez, quienes en el estado y desde el llano apoyan desinteresadamente al líder dan señales de desconcierto y preocupación —comienzan a resentir que sólo se los convoque para aclamar sus decisiones. Es típico de estos casos que a períodos iniciales de alta popularidad suceden abruptas caídas de la misma y, con ello, una cascada de “deserciones” de quienes hasta hacía poco proclamaban lealtad al líder. Entonces los señores territoriales empiezan a tomar distancia del líder; por su parte, los partidos que creyeron ser aliados y descubren que sólo podían ser subordinados instrumentos, comienzan a recorrer un complicado camino de Damasco hacia otras latitudes políticas.
La crisis de la DD aparece entonces, en sí misma y en su generalizada percepción como tal, junto con tensiones de todo tipo. Para el análisis de este tema no se trata sólo de cualidades y defectos personales de los líderes DD; pero parte del problema es que ellos suelen estar persuadidos de sus atribuciones y misión. Además, cuando aparece la crisis de estos gobiernos, el país tropieza con debilidades institucionales que, como ya he comentado, el líder se ha ocupado en acentuar. Es entonces que el líder reprocha la “ingratitud” de quienes, luego de haberlo aplaudido durante el ápice de sus éxitos, ahora resienten la reemergencia de graves problemas y las maneras abruptas e inconsultas con que intenta encararlos (si no negarlos como malicioso invento de condenables intereses expresados en los nunca tan molestos medios de comunicación). A esta altura de los acontecimientos, otros líderes delegativos se encontraron huérfanos de todo apoyo organizado. En cambio, en Argentina el matrimonio presidencial tiene la ventaja de contar con parte del partido justicialista; pero, mostrando la raigambre de sus visiones, a éste lo manejan con la misma discrecionalidad que al gobierno.
Insisto que es típico que los líderes delegativos pasen bastante rápidamente de una alta popularidad a una generalizada impopularidad. La repetición de estos episodios no parece casual; obedece al despliegue de una manera de concebir y ejercer el poder que se niega a aceptar los mecanismos institucionales, los controles, los debates pluralistas y las alianzas políticas y sociales que son el corazón de una democracia representativa. Por el contrario, a medida que avanza la crisis, el líder apela al apoyo de los “leales” y arroja al campo del mal no ya sólo a los herejes de la causa nacional sino también a los “tibios”. El líder ya no vacila en proclamar que el principal contenido de toda la oposición es ser la anti-patria de las que nos quiere salvar. La imagen asustadora del retorno a la crisis de la que nació su gobierno --el caos-- aparece con más nitidez que nunca en su discurso. En cuanto a la oposición, al ritmo de una polarización que el líder inicialmente propulsó en su aparente beneficio e impulsa aún más vigorosamente cuando aparece la crisis, tiende a aglomerar, entre otros, a sectores sociales y actores políticos que aquél justificadamente criticó. Para la oposición de allí resultan incómodas compañías, intentos de diferenciación y apuestas en pro y en contra de la polarización que impulsa el líder delegativo.
A esta altura la tarea de salvación nacional se convierte, para estos líderes, en una verdadera gesta. Para ellos está en juego nada menos que el destino del país, amenazado por los poderes -–nacionales y externos-- que afirman crearon la crisis precedente y en caso de prevalecer harán retornar el país a algo parecido, o probablemente peor. A esta altura cabe preguntarse hasta qué grado este discurso de la gesta responde a convicción íntima del líder DD y su seguidores cercanos y/o es un recurso para aumentar apoyos y con ello acentuar la polarización ya iniciada; sospecho que hay ambos componentes. Entonces también surge un gran riesgo: en respuesta a la irritación que produce al líder la para él/ella injustificable aparición de esas oposiciones, le tienta amputar o acotar seriamente las libertades cuya vigencia mantienen la situación en la categoría de democrática--y, en el límite, ya en pleno territorio del autoritarismo, la supresión o completo control del poder legislativo y el judicial. Por cierto, la idea de gesta salvacionista invita a esas transgresiones, ya que su importancia hace palidecer los “detalles” y “formalidades” implicados por aquéllas libertades e instituciones. Que este riesgo no es baladí se muestra en el desemboque autoritario de Fujimori en Perú y de Putin en Rusia, y en el similar desemboque hacia el que hoy Chávez lleva a Venezuela. En este punto no parece haber límites propios a la a DD, sino los que pueden oponer la sociedad y algunos partidos. Ello a su vez depende del grado de organización, articulación, politización y convicciones democráticas de esos elementos. Felizmente la Argentina de hoy, en contraste con la de épocas pasadas y en buena medida como resultado de las lecciones duramente aprendidas entonces, tiene condiciones propicias para evitar un desenlace plenamente autoritario; pero no es ocioso recordar que la democracia también puede morir lentamente, no ya por abruptos golpes militares sino mediante una sucesión de medidas poco espectaculares pero acumulativamente letales.
Esto se relaciona con otro tema, que también deriva rigurosamente de la lógica delegativa. En ella las elecciones no son el episodio normal de una democracia representativa, en las que se juegan cambios de rumbo pero no la suerte de gestas de salvación nacional, y en las que siempre queda la posibilidad de volver al gobierno mediante futuras elecciones. En cambio, para el líder delegativo hasta las elecciones parlamentarias adquieren gran dramatismo: de su resultado cree que depende impedir el surgimiento de poderes que abortarían esa gesta y devolverían el país a la crisis precedente y, con ella, a su subyugación a los peores intereses. Hay que jugar todo contra esta posibilidad porque, para esta concepción, todo está realmente en juego. Es importante entender que estos argumentos no son sólo recursos electorales, desgraciadamente todo indica que expresan auténticos sentimientos.
En el transcurso de su crisis, cuando acentúa su discurso polarizante y amedrentador, esta manera de ejercer el poder recibe apoyos cada vez más escasos y endebles, al tiempo que acumula enojos de los poderes e instituciones, políticos y sociales, que ha ido agrediendo, despreciando y/o intentando someter. El período de crisis de las democracias delegativas es de creciente aceleración y dramatismo de los tiempos de la política; no deja de ser paradójico, aunque entendible dentro de esta concepción, que sea el líder delegativo quien más contribuye a esa aceleración—como todo le parece en juego, casi todo pasa a ser permitido.
A esta altura, aumenta la hostilidad hacia las instituciones de accountability que han logrado conservar algún grado de autonomía, así como las consiguientes presiones para que se alineen con las posiciones oficiales, o al menos no las entorpezcan. Por la misma razón, recrudece la hostilidad contra los medios de comunicación, mensajeros de malas noticias y “mentiras malintencionadas”, que deben ser acallados, o por lo menos, descalificados frente a la opinión pública; esto afecta uno de los derechos fundamentales de la democracia, el acceso libre a información libre tanto durante como entre elecciones.
Las DD en crisis no quieren verse en los espejos que se le proyectan desde diversos ámbitos de la sociedad; cuánto éxito tienen en romperlos es la gran cuestión que se abre en estas coyunturas.

[1][1] Novos Estudos CEBRAP (1991) 31: 25‑40. Las primeras ediciones en castellano e inglés fueron, respectivamente, Cuadernos del CLAEH (1992) 17(61): 9-19 y Journal of Democracy (1994) 5(1): 55-69.[2] Para no extenderme aquí, para este concepto sugiero ver los capítulos I, II y III de mi Disonancias. Críticas Democráticas a la Democracia (Buenos Aires: Prometeo Libros, 2007).[3] Aunque solo se refiere indirectamente al tema de la DD, creo significativo que son estos tres países, precisamente, los que no han caído en la trampa de autorizar reelecciones presidenciales consecutivas, claro vehículo de DDs y autoritarismos.
Posted by Miembros CPA at 11:50
En un pueblo turístico de Europa, llega de pronto un alemán muy rico al único hotel del lugar, deja en el mostrador un billete de cien euros y le dice al dueño: "Me gusta mucho el lugar y quiero estudiar la posibilidad de pasar una semana acá. ¿Me permite mirar las habitaciones?" "Sí, suba, las habitaciones están todas abiertas", le responde el dueño del hotel, que sale corriendo y le lleva el billete de cien euros al carnicero para saldar una deuda. El carnicero sale corriendo con el billete para pagarle al proveedor de alimentos para sus cerdos. A su vez, el proveedor de alimentos para cerdos va corriendo con ese billete y le paga a la prostituta una deuda por sus servicios. La prostituta toma el mismo billete de cien euros y lo deja en el mostrador del hotel para pagar la deuda que tiene por haber alquilado las habitaciones. Entonces, al cabo de un rato, baja el turista alemán y le dice al dueño del hotel que no le gusta ninguna de sus habitaciones, toma el billete y se va. Han transcurrido nada más que cinco minutos, nadie hizo nada, nadie produjo nada, pero todo el mundo está feliz porque todas las deudas han sido saldadas (risas). En esto consisten las grandes finanzas. Detrás de estas grandes manipulaciones no hay nada. Hay gente que se arruina, pero nadie se beneficia. Es monstruoso.

viernes, marzo 05, 2010

El paternalismo educativo (Perfil 27/2/2010) Tomas Abraham


Nuevamente antes del comienzo de las clases se hacen anuncios sobre la educación. La educación se ha convertido en una excusa para llevar a cabo una predicación. Educar es un tema pastoral tanto para laicos como para religiosos. Todos están de acuerdo en la “importancia” de la educación. Los funcionarios del gobierno dicen que invierten el seis por ciento del PBI en el sector y que construyeron setecientas escuelas. Sin embargo, los informes que se pueden leer sobre el estado de la cuestión son negativos por no decir desastrosos.
Pero más allá de los números, quisiera referirme a la ideología dominante que nutre tanto a las políticas educativas que ya se han concretado como a las que se prometen realizar de aquí en más.
Por lo tanto no me referiré a la lucha por mejorar la calidad educativa de muchos docentes que no tienen voz ni presencia en los medios de comunicación.
El eje del pensamiento educativo prevaleciente que no sólo se limita a las ideas que al respecto tiene el gobierno sino que abarca a una buena parte del espectro cultural y político es el de inclusión-selección. Por eso se llega a la conclusión de que si la deserción en la escuela secundaria llega al cuarenta por ciento es porque no se han encontrado aún los medios para aplicar políticas más inclusivas. Si se compara esta escuela con la de hace décadas se dice que aquella era para pocos y ésta quiere ser para todos.
Sin embargo es absurdo discutir si queremos o no queremos una educación para todos. Con ese nivel de retórica y de moralina no llegamos a ninguna parte. Aún el más maltusiano de los hombres jamás confesará que quiere una educación de elite para pocos y que el resto de los mortales se las arregle como pueda. Todos queremos todo pero primero hay que hacer algo.
La escuela media pública no sólo no es inclusiva sino que es expulsiva. Quienes tienen poder adquisitivo huyen a la enseñanza privada que no siempre garantiza la buscada excelencia y los que no lo hacen desertan. Las cifras son elocuentes.
Pero tampoco tiene sentido meter una queja más en el país del lamento ni creer que sólo se trata de retener menores en el aula. Educar no es compadecer. Pobrecitos los chicos!, se conduelen los pedagogos. Pobrecitos los pobres!, comunican los científicos sociales. Qué injusta es la falta de justicia! dicen los políticos. Los chicos no son pobrecitos como quieren nuestros progresistas que deberían saber que la dignidad de los maestros depende también de una preparación exigente y no sólo de la conmiseración. Los chicos tampoco son probables asesinos cuando así conviene formatearlos para las entregas periódicas de dosis de venganza. Son seres humanos de corta edad que deben estudiar. Sí, estudiar. Lo que quiere decir aprender. Y para aprender hay que estudiar. Y estudiar duele. Y no será la primera vez que ciertos dolores son muy lindos, dan grandes recompensas, son esfuerzos alegres.
El querer elaborar políticas educativas indoloras porque la vida ya es muy dura, insípidas porque el día a día ya tiene un sabor amargo, toda esta vía de autocompasión y miserabilismo, la energía volcada para aplanar lo que sobresalga, excluir al diferente, sí al diferente!, no al que no es igual por su sexualidad, su color de piel o por su género, la moda ya los protege, sino al que quiere estudiar, quien desea aprender, los docentes que aún se entusiasman con enseñar, a los que son curiosos y se quieren enterar de lo que pasa más allá de sus narices, a quienes quieren progresar – palabra expulsada de lo políticamente correcto- , todos estos diferentes también tiene el derecho de tener su lugar en el mundo.
Qué feo es ser resultadista!, exclaman los democráticos que anuncian que todos merecen diez por venir a la escuela, y el que quiera destacarse debe recordar que si no hay diez para todos antes que nada se debe ser solidario y sacarse un seis para que todos tengan algunos puntos.
A nadie le dará ganas de estudiar con esta protección que hace de los docentes enfermeros y de los alumnos enfermos. Una persona pobre no está enferma. Tiene capacidades para desarrollar, ganas de hacer, es curiosa, inquieta, hablo de niños, adolescentes y adultos. Todo lo que necesitan es aprender y que nadie les refuerce la idea de que de todos modos no tienen futuro. La crisis actual tiene que ver con la idea de que nada en el futuro será distinto al presente. El nada vale la pena es un mensaje transgeneracional.
¿Por qué no se difunden en los medios de comunicación los trabajos que hacen numerosos docentes que luchan contra todo tipo de adversidades para que los alumnos no abandonen la escuela y sólo se comunican los pedidos de las gremiales de más presupuesto, más salario y mas recursos edilicios bajo amenaza de paro?
Existen las llamadas nuevas tecnologías. Son maravillosas. No hace falta llamar nuevamente al preceptor para que nos amoneste con su puntero y nos diga que Google no alcanza. Nada alcanza y menos cuando no se nos ocurre nada. Ya sabemos que cursar once materias por año y recitar: Sócrates, Everest, Paso de los Patos, cotiledóneas, isobaras, Hipólito Irigoyen y sulfuro de banana, no es lo mejor. Pero ninguna innovación servirá para nada con esta ideología que sólo protege el estancamiento y la impotencia.
No se trata justificar las dificultades con la situación social que viven vastos sectores de la población. Se trata de hacer cosas en donde se puede. Indudablemente, un chico que viene de un hogar que no es hogar, sin familia integrada, madres golpeadas, barrio de paco, enfermedades sin atender, no tiene un problema educativo sino vital, pero el setenta por ciento de la población sí tiene un problema educativo y no sólo lo tienen los menores.
Tampoco es un argumento decir que en todo el mundo pasa lo mismo porque en ningún lado pasa lo mismo. Pueden existir situaciones que parecen semejantes pero el grado de desatención, estancamiento o atraso, varía y mucho.
Este asunto no se soluciona con más sermones de ciudadanía, espíritu de grupo, y consignas de neomarxismos baratos vendidos en posgrados no tan baratos o folletos del marketing gerencial para una entelequia global. La formación docente insume millones de pesos fiscales o del exterior con programas envasados que la mayoría de las veces sirven para un fin de semana con todo pago y un poco de cultura general.
Una golondrina no hace verano, dijo el poeta. Siempre se puede citar casos de maestros abnegados y de otros que por su esfuerzo solitario requieren asistencia para lograr sus objetivos. Y también se puede publicar una estadística de un ausentismo fuera de todo control que desvía fondos que muchos necesitan.
A la inteligencia hay que generarla. Estudiar es pensar. Pensar es aprender a enfrentar obstáculos. Estudiar implica una exigencia que no es natural, se adquiere. Es una cuestión de hábito. Necesita disciplina, paciencia y concentración. No se reduce a un deseo de creatividad, de practicar artes múltiples, jugar a volar como angelitos y otras reliquias de una puericultura lírica. Estudiar es un trabajo. Enseñar también

jueves, marzo 26, 2009



BOCETO DE VOLANTE PARA MEJORAR
Extraido de Escenarios Alternativos

ADIOS AL AMIGO “BICHO” LEON

Por Mempo Giardinelli

Al filo de los 86 años, internado en un geriátrico y fuera ya de la vida política, falleció Luis Agustín León, correntino achaqueñado, radical de cepa, carne y hueso, hombre bueno y político decente como ya –casi– no quedan. Fue mi amigo y más que eso: un prócer para mi pequeña familia, compuesta por casi todos radicales que en los ’50 y ’60 recorrían los comités del Chaco, por caminos de tierra, bosques y aguadas, haciendo una docencia política formidable porque se basaba en ideales, discursos y postulados éticos, y no en dádivas clientelistas. Seductor, tanguero, simpático, caballeroso en el cuidado de las formas y en su vestimenta, el Bicho fue, para mí, modelo de varón y de político. De traje o con su atuendo favorito –saco azul de tres botones, pantalón gris, camisa blanca o celeste y corbata al tono– era una especie de dandy, un raro cajetilla populista con entrada segura en el pobrerío provincial. Jugador de loba y de póker hasta el amanecer (o hasta que lo desplumaran) timbeaba por gusto y no por vicio, y jamás se le arrugó ni la corbata. “Que nunca se te afloje el nudo”, era uno de sus consejos, guiñando el ojo. Le encantaban los apotegmas. “Sólo mostrar la blanca espuma”, me decía sonriente. “Bueno que no te vean lo negro del culo, pero mejor tener el culo limpio”, y encendía un puro barato, un Avanti, porque solía tener más deudas que fortuna. Claro que lo fumaba como un aristócrata, como Hemingway o Fidel Castro, con quien más de una vez compartió tabacos. Yo era pibe cuando lo acompañaba a “hacer campaña”, como se decía, porque mi cepa también fue radical. Mi viejo, socialista, miraba de soslayo aunque al final siempre votaba a “Don Ricardo”, como llamábamos familiarmente a Balbín, ese prócer de voz ronca y tabacal que venía a comer a casa como un tío querido, traído siempre por el Bicho. Mi vieja, conservadora, hacía silencio y quién sabe qué votaría. Pero mi hermana y mi cuñado, de nombres Beby y Buby, eran capaces de seguir al Bicho hasta la muerte. Y confieso que yo también, aunque nunca milité a su lado. En el ’69, después del Cordobazo que me tocó bajo bandera, fue el Bicho quien me llevó a Buenos Aires. Yo era un joven izquierdista que se peronizaba velozmente, como les sucedió a miles de mi generación. El Bicho estaba en baja porque Onganía era el dueño de las urnas, y yo estuve a su lado varios años haciéndole de secretario, chofer, cómplice y confidente, mientras estudiaba Derecho y me iniciaba como periodista y él era socio de un restaurante de segunda sobre la avenida Callao. Allí hacía política como podía, yo lo acompañaba en sus gestiones bancarias (siempre estaba en descubierto) y todos los días comíamos junto a la magra caja, donde más de una vez hice de adicionista. El lo que hacía era mirar con nostalgia hacia el Congreso. “Un día de éstos volvemos”, prometía, encantador. Y se cruzaba a la Confitería del Molino para rosquear con correligionarios, o –si andaba en la buena– nos íbamos a la otra cuadra a comer pucheros en El Tropezón, donde siempre había ex legisladores de todo pelaje. Por lo menos una vez al mes, viajábamos a Resistencia en coche. Le gustaba mi estilo de manejo: “Con vos duermo tranquilo”, decía, en un tiempo en que viajar de noche por la ruta 11 no era lo que es hoy. Trece o catorce horas en un Peugeot 404, alguna vez un Falcon, o un Valiant, “siempre cambiando de monta”, decía. “Pero siempre de segunda mano”, bromeaba yo. “¿Y qué querés? Ya se van a ir a la mierda los milicos, Barbija”, me decía sonriente, porque yo lo llamaba Bigotillo. “Las naciones soportan tiranías, pero ninguna tiranía es eterna.” En 1974, cuando la vida argentina empezó a calentarse, estuve preso unos días tras un allanamiento a la sede central de la JTP (Juventud Trabajadora Peronista) en San Juan al 900. Una reunión sindical “cantada”, todos contra la pared y apareció un impresionante arsenal: decenas de armas de todos los calibres, nunca supe si “de la casa”, digamos, o “plantada” por las “fuerzas del orden”. Seguramente las dos cosas. Una veintena caímos en los sótanos de Coordinación Federal, en Moreno al 1500, en cuyos separos de 2 por 1 todo era oscuridad y miedo. Yo no lo sabía, pero quien más se movió por mi pequeña suerte fue el entonces senador nacional Luis León. Seguro pidió por todos y todas, pues éramos jóvenes veinteañeros y él sabía lo que era eso porque cuando estudiaba Bioquímica en los ’40 y ’50 también había sido detenido. Pero por mí se movió como por un hijo. Cuando salí fui a verlo al Senado. Me abrazó con una emoción que nunca le había visto. Después me miró a los ojos, duro, y me disparó: –Bueno, pendejo, ya conociste las mazmorras justicialistas. –No seas gorila, Bicho –le dije yo. –Gorila nunca. Pero admití que los peronistas siempre saben irse a la mierda. Tienen talento para eso. Y enseguida bromeó: “Necesito un buen asistente, si querés”. No quise o no hizo falta, no importa. Y ya no nos vimos hasta que años después, dictadura videlo-masserista mediante, nos reencontramos en México en el ’78 o ’79. Llegó por el Parlamento Latinoamericano, organismo del cual fue fundador y que en tiempos de dictaduras era su refugio político. Me molestó cuando me advirtió que no quería reunirse con “la gente del exilio”. “Los perucas se perdieron una oportunidad histórica. Sus quilombos internos siempre joden a toda la República”, se despachó de entrada. “Pero vamos a marchar juntos toda la vida –dijo al toque–, porque somos como hermanos: nos peleamos pero nos necesitamos, y en el fondo nos queremos.” Ya en el desexilio, nos veíamos esporádicamente. Cada vez que venía a Resistencia, sus camaradas de la Lista Rosa (su línea interna dentro del radicalismo, predecesora del MAY, Movimiento de Acción Yrigoyenista) prácticamente copaban su casa familiar de Corrientes 89, donde todavía ha de estar la chapa que reza “Dr. Luis A. León. Bioquímico”. A finales de los ’90 solía verlo en el restaurante del Club Social. Hasta que se cerró, hace unos años, el mejor sitio para conversar tranquilamente con él. Mi hermana lo adoraba y esos encuentros no eran políticos sino familiares, aunque él siempre estaba enhebrando costuras del Partido, como se llamó siempre en mi casa a la UCR. “El Partido y con mayúsculas, carajo”, decía él, que había puesto a mi hermana en el Comité de Conducta. Quizás “al cuete”, rezongó ella antes de morirse, enojada por las roñas partidarias. Y un día desapareció de Resistencia. Dejó de venir y nadie supo de él. Pasaron meses y nos extrañó su silencio. El restaurante del Social se cerró; los casinos extinguieron las timbas en las que él fue taura alguna vez; el Bar La Estrella es hoy una negación de los chaqueños. Un día de 2003 o 2004 mi hermana me pidió que averiguara su paradero, porque nadie le daba razón de dónde estaba “y dicen que en un geriátrico porteño”. Hice consultas sin fortuna. Nadie sabía, o no decían, pero era evidente que no estaba bien. Y después, en 2005, su ausencia en el entierro de mi hermana fue demasiado explícita. Alguien dijo que el Alemán innombrable había copado su mente y su memoria. Acaso su enfermedad fue su mazmorra. Uno sabe que la hora de la muerte es inexorable. Nos gana de mano y más cuando le toca a los mejores. Descanse en paz, Bicho León.

martes, marzo 17, 2009

FLOGGER, CUMBIOS, EMOS, LOLITAS Y OTRAS YERBAS


Si uno se guiara únicamente por lo que sale en los medios cada uno de los adolescentes de nuestro país formaría parte de alguna de estas “tribus urbanas”. La verdad es que vemos como son noticia permanente hablando de la realidad de nuestros jóvenes, estableciendo referencias inventadas sobre la situación de los jóvenes como si su opinión representara a la totalidad. Quienes no vamos muy seguido ni al palacio Pizzurno ni al shopping Abasto contrastamos esa realidad que nos venden con lo que vemos a diario en la calle y en los barrios comunes donde los pibes estudian, trabajan o ambos y a simple vista son la gran mayoría .Que bueno seria que de vez en cuando la noticia fuera la realidad de estos últimos que en muchos casos se rompen el lomo tratando de salir adelante con millones de complicaciones y quien sabe, si alguna vez los entrevistaran podríamos tener un panorama mas real de lo que le pasa a los jóvenes en nuestras ciudades.
¿Les importa la educación? Parte I
“Los alumnos de palo”

20 años de gobierno peronista en la provincia de Buenos Aires han hecho estragos en el sistema educativo provincial. Lo que en alguna época era la primera opción de los padres a la hora de elegir el tipo de gestión que querían para sus hijos en materia educativa sin duda la que ofrecía mejor calidad educativa era la educación pública. La educación privada era (salvo algunas excepciones que tenían que ver con algunas escuelas de elite) el reducto de los repetidores o de aquellos que no tenían una dedicación muy arraigada para el estudio.
Los diferentes experimentos que se hicieron en nuestra provincia hicieron que la escuela ya no fuera el lugar donde se asistía para aprender sino que se termino convirtiendo en comedores, lugares de socialización, el espacio para sacar a nuestros chicos de la calle (todas situaciones que se deberían considerar) todo eso menos el espacio donde se debía formar a los futuros ciudadanos en pos de ese articulador de la movilidad social ascendente que fue históricamente la escuela pública en nuestro país. Esto degenero en escuelas para pobres rompiendo con una tradición que generaba la igualdad de oportunidades ( al menos en el arranque ) para todos .Así mismo esto genero una segmentación de la sociedad que es necesario revertir si queremos volver a tener una provincia donde la conformación de una comunidad que nos contenga a todos sea la prioridad.
Hoy así como se miente con las estadísticas el INDEC la provincia miente sobre la deserción escolar y la realidad educativa que miles de jóvenes viven a diario en las escuelas. Para esto es que se han inventado los “alumnos de palo” que no son otra cosa que alumnos que han dejado la escuela o se han pasado a otras pero siguen conformando parte de la matricula de los establecimientos, con esto no solo se niega un problema (que si no existe no hay que solucionar) sino que seguramente se inflan los presupuestos para la alimentación y otras asistencias logrando generar una caja a favor de proveedores y quienes están a cargo de administrar esos recursos. Entonces cual es la solución de las autoridades provinciales frente a quienes dejan la escuela: inventar la matricula en vez de ir a buscar a aquellos que están quedando afuera del circuito educativo. Cuando los cursos se van quedando sin alumnos; en vez de mantenerlos abiertos con menos alumnos favoreciendo el proceso de aprendizaje (mientras diseñan una estrategia para recuperar a quienes están desertando) los cierran y unifican los cursos (no pueden inventar alumnos hasta el infinito). Les dejo esto para pensar y debatir, todos los aportes son bienvenidos salvo negar el problema por que de esa manera será imposible buscar la solución.
Peronismo y poder


La historia del peronismo en la Argentina es la historia de la búsqueda y el mantenimiento de poder lo cual en principio es sano ya que de eso se trata la constitución de los partidos políticos y es básicamente el objetivo primero de los mismos. La particularidad de este movimiento es que ese objetivo es el único ya que en esa búsqueda quedan de lado ideologías, principios y sobre todo las instituciones. Así no hay prejuicios a la hora de obtener el premio mayor y para eso se confunde el estado con el gobierno y este con el partido. El cambio permanente de las reglas de juego atenta contra la conformación de una democracia previsible y la construcción de un proyecto de país que nos contenga a todos. La idea de nosotros o la nada, lleva a que cíclicamente la nada aparezca como perspectiva de futuro en nuestro país. La trampa permanente que genera el peronismo es la de generar los anticuerpos que se reciclan dejando de lado lo malo que hizo el anterior. Ejemplo de esto es que los mismos personajes han pasado por los diferentes gobiernos de ese signo pero en todos los casos dejan al peronismo como alternativa ya que se impone el discurso que fueron los : de la triple A, los Montoneros, los Menemistas , los Duhaldistas, los Renovadores, los Kirchneristas, los pejotistas y ahora los disidentes nunca los peronistas .Desde la recuperación de la democracia el peronismo (en todas sus variantes) gobernó 18 de los 25 años que llevamos construyéndola y la verdad es que el balance en la mayoría de los aspectos es negativo ¿no será hora de cambiar? Hasta la proxima.

FELIZ CUMPLEAÑOS DR. ALFONSIN